Adicto (10) E

Apartarse de un vicio es harto difícil, adoptarlo de nuevo es fácil. Todas las adicciones atrapan a quienes las sufren y no sueltan su presa a lo … de la vida del adicto.

Tuve un amigo al juego, a él no le gustaba el término ludópata pero reconocía que lo era. Al principio, cuando lo suyo con el juego no era más que un …, hacía chistes como que uno llega a hartarse de comer, de beber, de hacer cierto ejercicio, pero nunca de jugar, un jugador es capaz de estar días y noches enteros y seguidos en una misma partida sin perder el , únicamente el dinero.

Pero pasado a mayores, cuando la mesa de juego resultaba más que atrayente necesaria, cuando las horas de un día se hacían cortas, cuando el trabajo dejaba de , cuando el juego lo era todo, el único objetivo, entonces se acabaron las bromas, los chistes, y empezó lo duro, llegar a ese momento que toca volver atrás.

Tras perder el trabajo, la duró más de lo previsto por las numerosas … y, recuperado en teoría, tocaba  estabilizarse y … la vista adelante.

-Es que, para colmo, – bromeaba de nuevo – me han plantado un salón de juego  de mi casa.

 

 

Palabras para completar el texto:

adicto – coqueteo – dirigir – enfrente – importar – interés – largo – recaídas – sumamente – terapia. 

 

 

 

Texto completo:

Apartarse de un vicio es harto difícil, adoptarlo de nuevo es sumamente fácil. Todas las adicciones atrapan a quienes las sufren y no sueltan su presa a lo largo de la vida del adicto.

Tuve un amigo adicto al juego, a él no le gustaba el término ludópata pero reconocía que lo era. Al principio, cuando lo suyo con el juego no era más que un coqueteo, hacía chistes como que uno llega a hartarse de comer, de beber, de hacer cierto ejercicio, pero nunca de jugar, un jugador es capaz de estar días y noches enteros y seguidos en una misma partida sin perder el interés, únicamente el dinero.

Pero pasado a mayores, cuando la mesa de juego resultaba más que atrayente necesaria, cuando las horas de un día se hacían cortas, cuando el trabajo dejaba de importar, cuando el juego lo era todo, el único objetivo, entonces se acabaron las bromas, los chistes, y empezó lo duro, llegar a ese momento que toca volver atrás.

Tras perder el trabajo, la terapia duró más de lo previsto por las numerosas recaídas y, recuperado en teoría, tocaba  estabilizarse y dirigir la vista adelante.

-Es que, para colmo, – bromeaba de nuevo – me han plantado un salón de juego enfrente de mi casa.

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