El único vicio III (16) E

Nadie sabría decir si fue él quien se apartó o los otros lo apartaron pero cada vez pasaba más tiempo en . Sus padres se habían ido …, él casi era un niño, y la casa vacía le traía demasiados recuerdos de ellos.
-Para el poco tiempo que pasas en ella podías venderla o alquilarla – le decían. Tenía claro que no la vendería nunca.
-¿A quién la dejarás? – le recordaban que no tenía pero la casa no le preocupaba y conforme pasaban los años había noches que no la pisaba, a veces porque no llegaba hasta ella y otras porque algunos se lo ….
Decían de él que tenía mucho aguante y aseguraban que no lo veían con de borrachera, pero eso servía para los primeros años, después el alcohol fue ganando … y la borrachera era el … permanente.
Su presencia en el bar había llegado a ser para todos y pasaba el tiempo en la … sentado en algún banco o en la acera, los jóvenes lo hicieron … de sus juegos y se probaron a sí mismos la crueldad de la que eran capaces.
Una noche cruda de le dieron una paliza junto al portal de su casa al que no pudo acceder y lo dejaron para que la … terminara su trabajo.
El entierro fue rápido, nadie a quien darle el , se fueron al bar y  por él.
-Por un  bueno.
Alguien hizo preguntas sobre  y hematomas pero ¿a quién le importaba?
Palabras para completar el texto:
batallas – brindaron – calle – estado – familia – heridas – hombre – impedían – invierno – molesta – noche – pésame – pronto – síntomas – soledad – víctima. 
Texto completo:
Nadie sabría decir si fue él quien se apartó o los otros lo apartaron pero cada vez pasaba más tiempo en soledad. Sus padres se habían ido pronto, él casi era un niño, y la casa vacía le traía demasiados recuerdos de ellos.
-Para el poco tiempo que pasas en ella podías venderla o alquilarla – le decían. Tenía claro que no la vendería nunca.
-¿A quién la dejarás? – le recordaban que no tenía familia pero la casa no le preocupaba y conforme pasaban los años había noches que no la pisaba, a veces porque no llegaba hasta ella y otras porque algunos se lo impedían.
Decían de él que tenía mucho aguante y aseguraban que no lo veían con síntomas de borrachera, pero eso servía para los primeros años, después el alcohol fue ganando batallas y la borrachera era el estado permanente.
Su presencia en el bar había llegado a ser molesta para todos y pasaba el tiempo en la calle sentado en algún banco o en la acera, los jóvenes lo hicieron víctima de sus juegos y se probaron a sí mismos la crueldad de la que eran capaces.
Una noche cruda de invierno le dieron una paliza junto al portal de su casa al que no pudo acceder y lo dejaron para que la noche terminara su trabajo.
El entierro fue rápido, nadie a quien darle el pésame, se fueron al bar y brindaron por él.
-Por un hombre bueno.
Alguien hizo preguntas sobre heridas y hematomas pero ¿a quién le importaba?

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