Intento fallido (12) E

-Así que queréis  – les dice – pues vais a tenerla, «¡voto a bríos!».

A los niños les encanta la expresión y la utilizan a aunque ellos no hayan leído nunca el Guerrero del Antifaz. Todavía quedan por la casa algunos … pero ¿quién va a reparar en ellos habiendo una tablet o un móvil interponiéndose?, también podían verse algunos … de superhéroes pero eso era cosa de frikis le habían … en el colegio.

Cumpliendo la amenaza se va a por ellos a ahogarlos, primero mira hacia su mujer que está embadurnándose de … sentada en una toalla de Nivea, después se vuelve hacia ellos pero han …, intenta alcanzarlos pero comprueba que los que aseguran que está fondón tienen razón por  que resulte.

Deja de intentarlo al quedarse sin respiración y, a punto de recuperarla, algo le en el pie, se queda muy quieto, «algún pececillo» piensa, «por aquí no hay pirañas» se tranquiliza, «ni tiburones», pero el roce continúa y se asusta muchísimo cuando ante él … Javi y le muestra el manojo de … con el que ha estado jugando.

 

 

Palabras para completar el texto:

algas – cómics – crema – desaparecido – dicho – dispuesto – doloroso – ejemplares – emerge – guerra – menudo – roza. 

 

 

 

Texto completo:

-Así que queréis guerra – les dice – pues vais a tenerla, «¡voto a bríos!».

A los niños les encanta la expresión y la utilizan a menudo aunque ellos no hayan leído nunca el Guerrero del Antifaz. Todavía quedan por la casa algunos ejemplares pero ¿quién va a reparar en ellos habiendo una tablet o un móvil interponiéndose?, también podían verse algunos cómics de superhéroes pero eso era cosa de frikis le habían dicho en el colegio.

Cumpliendo la amenaza se va a por ellos dispuesto a ahogarlos, primero mira hacia su mujer que está embadurnándose de crema sentada en una toalla de Nivea, después se vuelve hacia ellos pero han desaparecido, intenta alcanzarlos pero comprueba que los que aseguran que está fondón tienen razón por doloroso que resulte.

Deja de intentarlo al quedarse sin respiración y, a punto de recuperarla, algo le roza en el pie, se queda muy quieto, «algún pececillo» piensa, «por aquí no hay pirañas» se tranquiliza, «ni tiburones», pero el roce continúa y se asusta muchísimo cuando ante él emerge Javi y le muestra el manojo de algas con el que ha estado jugando.

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