Aunque era enfermera del … esta vez se encontraba allí como …. Como les pasa a casi todos los profesionales de la salud ella también era mala paciente y encima quería mandarle a sus compañeras qué debían hacer y cómo hacerlo. Se convirtió en su …, alguien insufrible a la que les costaba pararle los pies.
Pero lo hicieron, la aislaron mediante un … de forma que no viese lo que ocurría en el resto de la sala de observación, estaban deseando que saliera de urgencias para perderla de ….
-Vosotras, mis compañeras, me estáis causando mucho … – se quejaba tras el biombo, le dolía la rodilla pero le dolía más la … que habían tomado con ella.
Por fin, avanzada la tarde, un celador se la llevó a una habitación de la segunda planta. No conocía a ninguna de las enfermeras que allí ejercían su …. No … lo intentó, su compañera de habitación llevaba más de una semana esperando que la operasen y emprendió una … para conseguirlo, consiguió el reconocimiento de su compañera y de los familiares de esta pero también el rapapolvo del cirujano que se presentó en la habitación y le dijo que se … en sus asuntos.
Como recompensa a su esfuerzo a su compañera la operaron un día después y ella tuvo que esperar la suya sin que nadie abogara por ella. Lo consideró una … pero se abstuvo de manifestarse.
Palabras para completar el texto:
actitud – biombo – campaña – daño – hospital – injusticia – labor – metiera – obstante – paciente – pesadilla – vista.
Texto completo:
Aunque era enfermera del hospital esta vez se encontraba allí como paciente. Como les pasa a casi todos los profesionales de la salud ella también era mala paciente y encima quería mandarle a sus compañeras qué debían hacer y cómo hacerlo. Se convirtió en su pesadilla, alguien insufrible a la que les costaba pararle los pies.
Pero lo hicieron, la aislaron mediante un biombo de forma que no viese lo que ocurría en el resto de la sala de observación, estaban deseando que saliera de urgencias para perderla de vista.
-Vosotras, mis compañeras, me estáis causando mucho daño – se quejaba tras el biombo, le dolía la rodilla pero le dolía más la actitud que habían tomado con ella.
Por fin, avanzada la tarde, un celador se la llevó a una habitación de la segunda planta. No conocía a ninguna de las enfermeras que allí ejercían su labor. No obstante lo intentó, su compañera de habitación llevaba más de una semana esperando que la operasen y emprendió una campaña para conseguirlo, consiguió el reconocimiento de su compañera y de los familiares de esta pero también el rapapolvo del cirujano que se presentó en la habitación y le dijo que se metiera en sus asuntos.
Como recompensa a su esfuerzo a su compañera la operaron un día después y ella tuvo que esperar la suya sin que nadie abogara por ella. Lo consideró una injusticia pero se abstuvo de manifestarse.