COCINA TRADICIONAL Y ACTUAL
Las tapitas que nos presenta La Niña son algunas de lo más tradicional y típico de Almería y otras de lo más actual, sobre todo en cuanto a su presentación porque la materia prima es lo menos cambiante en la cocina.
Veamos: tradicional,»de toda la vida», son los boladillos de bacalao, los boquerones fritos o el cazón en adobo. Actual, por la presentación original, es la trompeta de gamba con mayonesa de albahaca o los saquitos de queso con frutos rojos.
Está situada en el 7 de la calle Tenor Iribarne, muy transitada en busca de bares de tapas a la plancha que los hubo y los hay muy buenos; por citar uno que fue y es, citemos el Baviera, y no dejemos en silencio El Alcázar, trasladado a la calle Ricardos.
La taberna restaurante La Niña se llama así por ser quien la regenta la hija de Modesto, restaurador desde hace décadas en Benahadux y, recientemente, en Almería; conocido y reconocido por sus arroces, entre otras especialidades. Tiene un ambiente agradable y una capacidad para un buen número de clientes, sentados en las mesas o en taburetes pegados a la barra.
La Niña presenta una carta en la que reserva un lugar de privilegio a sus tapitas, algunas de las cuales ya les he presentado. Bien cocinadas, llevan a nuestra boca sabores de siempre como el del cazón en adobo, que lo borda. Algo más esperaba de los boladillos de bacalao a los que faltaba, precisamente, más bacalao y dejaba el trabajo a la masa que no bastó para convencer, como tampoco entendí la machacona insistencia de la camarera en que los probásemos. Recomiendo la trompeta de gambas por su sorprendente sabor conseguido gracias a la fina mayonesa perfumada con albahaca que la acompaña.
Me gustó que la niña, la hija, colgara de la pared en lugar visible, el título que recibió su padre (Restaurante Casa Modesto), por parte del Club Gastronómico Fostarroz, del «Mejor Arroz de la ciudad de Almería durante el periodo 2013/2014″.
Me gustó que La Niña presentase sus tapas en diminutivo, con humildad y conocimiento del lenguaje de los almerienses, que no dudan en tomar unas tapitas con unas cañicas fresquitas o unos vinitos de la tierra.