El Jardín de San José

El Jardín, San José

LA EXQUISITA COCINA DE EL JARDÍN DE SAN JOSÉ

La primera pizzería-crepería establecida en San José (1986) sigue ofreciendo desde entonces un menú variado que no se limita a pizzas o crêpes.

«El Jardín» está situado en el puerto, entre numerosos restaurantes. Elegirlo es siempre un acierto como también lo es hacer una reserva (  Tlf.  654 32 54 73 ).

Es pequeño, lo que no significa nada negativo. Esto propicia que se garantice una mejor atención y que la cocina trabaje sin demasiados agobios. Además, hay que ser realistas y limitarse al aforo que se puede atender adecuadamente desde la cocina, desde la barra y en las mesas.

Éstas se disponen en una terraza con vistas al mar y son atendidas como mandan los cánones: oyendo, anotando, sugiriendo y sirviendo con esmero, pendientes a los detalles y a las llamadas del cliente.

De la cocina salen platos bien presentados, atractivos para la vista y, sobre todo, para el olfato, cocinados para los que gustan de sabores «sin cuento». Platos que se ofertan en una carta amplia y que se distribuyen en Ensaladas y Entrantes, Pescado, Carne, Pasta, Pizzas y Crêpes Salados, Postres Caseros y Crêpes Dulces.

Al tiempo que nos presentaban la carta nos preguntaron sobre posibles alergias y nos explicaron que en ella existían indicaciones precisas sobre éstas expresadas con símbolos. La prevención ante las alergias hoy en día es muy necesaria visto el auge de las mismas y la advertencia de los alérgenos que contienen los alimentos se va generalizando en todas las minutas. ¡Un aplauso para los pioneros!

Probamos la pizza. Nos permitieron elegir los ingredientes, cosa poco frecuente. Buena masa, buen punto en la cocción.

Probamos los crêpes salados. Exquisitos, con los mismos ingredientes que las pizzas y con la ventaja, si es lo que se busca, de no llenarte tanto.

Probamos la pasta, los ñoqui se cocinaron con tomate, bacon y ajo. Nos acordamos de Victoria Beckham y su aprensión al ajo, desconocedora como es de sus múltiples propiedades. Si llega a probarlos cambia de opinión.

Los espagueti «al nero de sepia» con mariscos, ajo y perejil pueden imaginarlos en el plato, negros ellos, salpicados de mejillones, gambas y almejas. Ni haciendo un esfuerzo  podrían imaginar el olor y el sabor. No pude parar de comer hasta acabarlos, a pesar de estar a punto de hacer saltar los botones de la camisa.

Hice un esfuerzo más asumiendo el riesgo de reventar (la camisa) y pedí una crêpe de chocolate. Así es como se despide uno, a lo grande. ¡Ah!, y con unos chupitos. ¡Recomendadísimo!

 

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