La cerveza sin alcohol.

Algunos, los que no cambiamos de médico cuando nos imponen una prohibición pero queremos seguir yendo de bares por Almería, nos vemos obligados a buscar alternativas. En mi caso la primera fue el bitter Kas. Mucho después apareció la «sin» que cumplía con la característica de tener menos de 1 grado de alcohol; y, más recientemente la 0,0 que es la que se ajusta a las órdenes médicas.

Reconozco que rompí mi juramento de fidelidad al bitter cuando apareció la nueva opción, si bien vuelvo de vez en cuando, al estar empachado de cerveza o porque echo de menos el sabor del rojo.

Hay quienes consideran que la «sin», como se la llama y se pide, es poco menos que agua mineral con gas. Razones no le faltan, excepto porque no la han probado. Los que poco a poco nos vamos haciendo verdaderos expertos somos capaces de captar algún tipo de sabor en el líquido amarillo, (al menos el tono de color está conseguido), e incluso distinguir una marca de otra cuando los sentidos están más a flor de piel.

Desde luego sí que hay constantes que hace que una «sin» luzca más o menos en la boca:

  • Si es de barril o botella. La de barril gana por goleada y, probablemente se explique por la segunda.
  • Una cerveza fría mejora, una no suficientemente fría empeora. Ésta es una máxima aceptada y aplicable a cualquier cerveza, pero cuando se trata de una «sin» es algo imprescindible, una condición «sine qua non» para poder valorarla.
  • Siguiendo con el frío, si se sirve en un vaso que ha sido previamente enfriado o escarchado, ya sería la hostia, el no va más.
  • El punto de amargo es definitivo. Hay algunas «sin» que carecen de él o no es apreciable. Sin ese punto deja de ser cerveza porque si alguna característica es inherente a ella es el amargor. Las hay que no han visto el lúpulo y, desde luego, las de mayor difusión pecan de insípidas.

Tengo que referirme a éstas porque son las únicas que tienen disponibles en los bares. He comprobado que cualquiera de ellas, si son tiradas de un barril, ganan bastante. Pero, por desgracia, son pocos los bares que disponen de ellas. De las que nos sirven en botellín tenemos que rezar para que vengan frías; a partir de ahí, he comprobado que cada uno tiene su preferida y no hay ninguna que destaque por poner de acuerdo a la mayoría.

cerveza sin

Para mí la mejor 0.0 es la San Miguel. He probado, servidas en bares, la Free Damm, la Cruz Campo, Mahou, Estrella Galicia, Buckler y Alhambra y ninguna me ha llenado. Me extraña no ver la Ambar, la primera cerveza sin alcohol fabricada en España.

Resulta curioso que los consumidores podamos encontrar en los supermercados cervezas sin alcohol de gran calidad y precio increíble, marcas blancas por supuesto, las dos de Lidl :  Finkbräu y Argus  por ejemplo. Los fabricantes artesanos que, en los últimos años, se han multiplicado se tropiezan con dificultades para fabricar cerveza sin alcohol, pues les supone un proceso difícil y caro. Lástima porque, en este campo, habrían tenido mucho que decir.

Quiero referirme, por último, al alcohol que se pierde en este tipo de cerveza. Si se valora porque puede llevarte a ese «puntito» en tu estado de ánimo lo comprendo, pero también se debería sopesar que cuanto menos alcohol tiene una cerveza más cantidad te permite ingerir y, por tanto, más tiempo para compartir con tus amigos en ese ambiente agradable.

También es de destacar las bromas que suscitan este tipo de bebidas, comentarios venidos o no a cuento cuando se piden en un bar en medio de una «peña», comentarios que pueden venir de los amigos o del mismo camarero:

-Menuda pea te vas a coger.

-Con lo borracho que has sido.

-Muy bien, así no te harán dormir en el sofá.

-Ya sabemos quien va a conducir.

Vale pero, por las razones que sean, cada vez son más los que consumen bebidas sin alcohol. De momento le han cogido el color pero no debemos perder la esperanza de que los fabricantes consigan equiparar en sabor a las «con», que son legión.

Como sé que no van a estar de acuerdo conmigo en gran parte de mis observaciones, les invito a que hagan sus comentarios. De paso, señalen nuevas marcas de «sin» y digan donde encontrarlas. Gracias.

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